Cuando en tu vida hayan pasado
muchos otoños por tu piel
y la nieve en tus cabellos
te haya hecho envejecer,
no estaré yo a tu lado
para entibiar tu piel
encender la risa en tus labios
ni con mis caricias...
hacer tu piel estremecer.
Sere... Un recuerdo en tus ojos,
una silueta... Cada amanecer
la tibieza que dejó un beso
y el calor de una caricia
que una mano dejo en tu piel.
Seré... El alegre recuerdo
de todas aquellas locuras,
que juntos supimos hacer
cuando nos sorprendió el alba
besandonos con placer
robando horas a un reloj
que no pudimos detener.
Seré... Un grato recuerdo
cuando cante un gorrión
junto a tu ventana
o en tu solitario jardín,
cuando maduren las cerezas
... Cada mes de abril.
Precioso, Juanjo. Me ha llegado al alma la melancolía, pero también la fuerza que transmites de no dejar tristeza por donde pisas.
ResponderEliminarBellísimo.
Gracias por compartir estos versos que ahora podemos leer.
Un enorme abrazo.